Durante los últimos años, a nivel mundial, la sequía es un tema que se escucha en los telediarios tan a menudo que todos los oídos se han acostumbrados a vivir con esta realidad. Uno de los sectores más afectados por la falta de agua es la agricultura,que a la vez es una de las causas principales de esta situación. Por eso, cada vez es más necesario buscar y adoptar situaciones al respecto para asegurar la supervivencia del sector. Una de las opciones más tangibles es practicar la agricultura de secano o “Dry farming”, una forma de cultivo que aprovecha el agua de la lluvia o las aguas subterráneas para hacer crecer las plantaciones.
El entorno cannábico no es una excepción y en algunas zonas del planeta donde la sequía empieza a ser un problema realmente grave, los horticultores se han concienciado con esta forma de cultivar dando asombrosos resultados. Aunque actualmente no es el método más utilizado, se prevé que en los próximo años más regiones tendrán que iniciar el cambio a la agricultura de secano si desean conservar el ritmo de plantación actual.
¿Qué es la agricultura de secano o «Dry farming”?
La agricultura de secano es una forma de cultivo en la que el horticultor no adiciona agua a sus cultivos, sino que aprovecha la que la naturaleza aporta a la zona mediante las lluvias y el agua subterránea. Para poder hacer uso de estas aguas, se implementan ciertas técnicas que permiten sacar el máximo partido de la situación y retenerla en el huerto para beneficiarse de ella el máximo tiempo posible.
La región de Humboldt, en California, es un ejemplo perfecto de que este método de regadío se puede adoptar con éxito, aunque el terreno necesita ciertas características para que la ejecución de la agricultura de secano tenga éxito. Esta zona es conocida por sus amplios cultivos de marihuana, que han ido creciendo gracias a la legalización del uso de marihuana terapéutica en primer lugar, y en 2018 de la recreativa.
Los cultivos de Humboldt están abastecidos de forma subterránea por las aguas del Eel River, un río cercano al territorio.
Agricultura de secano mediante aguas subterráneas
Emplear aguas subterráneas en un cultivo de secano supone una preparación previa de la tierra de la zona con el fin de conseguir un drenaje tanto del agua como de su vapor, ya que el agua conseguir alcanzar a la planta cuando, durante los días más calurosos, se evapora y, por lo tanto, se eleva hasta alcanzar las raíces del cannabis.
El agua subterránea no contiene todos los nutrientes que una planta requiere para crecer adecuadamente, por lo que será necesario abonar la tierra para añadir los macro y micronutrientes que el cannabis precisa para su adecuado desarrollo. Es importante hacerlo utilizando únicamente productos de origen orgánico para no contaminar las aguas subterráneas que se están sirviendo para abastecer el cultivo.
Los abonos sólidos y orgánicos se aportarán a la tierra durante el invierno, para asegurar la alimentación de las plantas durante su cultivo. Antes de trasplantar las semillas germinadas a la tierra, ésta se debe trabajar para conseguir la textura idónea para la filtración del agua. El trasplante de las plántulas coincide con la época de niveles más altos de agua subterránea debido al reciente deshielo o época de lluvia.
El comienzo de la agricultura de secano es complicado, ya que la planta empieza a presentar signos de deshidratación y de falta de nutrientes en el color de sus hojas. Pero, una vez adaptado al nuevo entorno, empezará a crear nuevas hojas, se fortalecerá, y crecerá con vigor.
Cultivar marihuana en una zona de secano con muy poca agua
Existen muchas personas que viven en zonas cuyos climas son tan áridos que piensan que no es un lugar propicio para hacer crecer una planta de marihuana. No obstante, mediante la agricultura de secano es posible plantar cannabis casi en cualquier territorio contando con un mínimo de agua.
Para cumplir con éxito esta misión es necesario preparar el suelo y aprovechar la poca cantidad de agua disponible. Acostumbrando a la planta a recibir la mínima agua, no crecerá demasiado pero producirá cogollos por todo el vegetal. Lo fundamental en los cultivos de secano de cannabis es aprovechar al máximo dicha agua. De esta forma, podrá sobrevivir, desarrollarse y dar buenos resultados regándola un par de veces por semana.
Una vez regado el suelo, se debe cubrir con un plástico para evitar una pronta evaporación del agua. Además, colocar material vegetal encima de dicho plástico, impedirá que el sol impacte directamente sobre él y la zona permanecerá húmeda y fresca durante más tiempo. Adicionalmente, al mezclar la tierra con polímeros en polvo, éstos absorben el agua manteniéndola en el suelo a disposición de la planta.
Además, es importante no excederse con el nitrógeno durante la agricultura de secano, pues provocará un crecimiento insostenible de la planta para las cantidades de agua recibidas.
Beneficios e inconvenientes del cultivo de marihuana en secano
Beneficios
- En la agricultura de secano el cannabicultor se olvidará de regar o regará en pocas ocasiones.
- El cultivo será orgánico, por lo tanto el producto final será mucho más saludable.
- Los cultivos de secano aumentan las cualidades organolépticas de las variedades al crear abundantes cantidades de terpenos.
- La resina también abundará.
Inconvenientes
- Unos aromas y sabores más potentes y definidos supone el sacrificio de una parte de la producción, que en ocasiones no es muy significativa.
- Para llevar a cabo un cultivo en un entorno de secano se necesita una preparación previa del terreno y unos cuidados específicos para la planta.
- La agricultura de secano está contraindicada para las variedades autoflorecientes debido al estrés hidráulico que la planta sufre y al poco tiempo con el que cuenta para recuperarse.
La agricultura de secano necesita las plantas más potentes. En el caso de los cultivos de cannabis las mejores variedades serán las de procedencia afgana o las Kush, conocidas por su fortaleza desarrollada tras miles de años de crecimiento silvestre.