El sistema radicular es la boca de nuestras plantas. A través de él se alimenta, pero a veces hay fallos que hacen que las raíces sufran cierto estrés, y si no lo tratamos a tiempo puede que sea irreversible e incluso mortal para nuestra planta.
Como bien sabemos todo el sistema radicular empieza con la raíz apical, esa raíz que asoma cuando germinamos nuestras semillas de marihuana. Cuanto mejores y más frescas son las semillas antes y mejor germinarán, por eso hay que comprar semillas de marihuana de calidad.
Esa raíz apical crece hacia el fondo de la maceta mientras cientos de bifurcaciones secundarias salen de su raíz principal, que a su vez hacen más bifurcaciones hasta que consiguen expandirse por la mayor parte posible del sustrato.
Las raíces de las plantas de marihuana son prácticamente incontrolables, crecen sin medida día tras día hasta que ya no caben en esa maceta (colonizándola por completo) y tenemos que hacer trasplantes. Las raíces de nuestras plantas crecen a la vez que la propia planta, y si algo atrofia su crecimiento la parte visible de la planta también dejará de crecer.
Cuando germinamos nuestras semillas debemos hacer como con los zapatos en los humanos. Empezamos con un número pequeño, pudiendo comenzar a germinar las semillas en macetas de 9x9x11cm que son tipo envases de yogur.
Una vez han germinado las trasplantamos a macetas de 3L para que empiece a formarse la planta y pase ahí los primeros estadios del crecimiento. Veremos que nuestra planta crece día a día, muy rápidamente, hasta que las raíces hacen tope y no pueden expandirse más. Una vez que las raíces llenen el máximo posible de maceta la planta detendrá su crecimiento y hasta que no la trasplantemos no continuará su desarrollo.
Si no la trasplantamos nuestras raíces cada vez se colonizarán más y más la maceta hasta quedarse sin sitio para seguir creciendo, lo que puede ocasionar que la planta comience a florecer de forma automática o sufra complicaciones de crecimiento / desarrollo, e incluso que pueda morir. Así que una vez que veas que tu planta ha colonizado con sus raíces por completo la maceta actual, debemos trasplantarla a una maceta mayor.
Ese mismo proceso lo tenemos que ir haciendo hasta que llegue la fase de floración, que empieza justamente cuando cambia la estación de primavera a verano en exterior o justo cuando cambiamos a 12h/12h en interior. Es ese preciso momento deberemos hacer el último trasplante a nuestras plantas. Cuando entran en floración necesitan un tirón de raíces que se transforma en el estirón que pegan internodalmente nuestras plantas.
Si no le hacemos ese trasplante a la hora de florecer nuestras raíces no podrán desarrollarse completamente pudiendo ocasionar problemas a la fase de floración y muy probablemente ocasionando un rendimiento inferior en la producción.
Ese es uno de los problemas que suelen tener los cultivadores en interior, germinan directamente las semillas en macetas de 7L y hacen todo el ciclo de la planta en esa maceta. Las plantas salen muy altas y espigadas, con apenas flor en el centro y de muy poca producción. ¿Y por qué? ¿si la maceta final sigue siendo 7 Litros por que pasa eso? Porque las plantas de marihuana tienden a llenar los bordes y el fondo de la maceta dejando el centro de la maceta hueca.
Si crecemos en 3L y luego pasamos a 7L estaremos metiendo un cepellón de 3L en el centro de las macetas de 7L, con lo que en vez de quedarse hueca la tierra en el centro hará una buena red de raíces que podrán alimentar a la planta de forma mucho más efectiva.
Si hacemos eso en una maceta más grande todavía, el efecto de planta que va mal llega antes. Si por ejemplo plantamos una semilla directamente en una maceta de 50L, a las raíces le costará mucho llegar a los bordes. Habrá mucha tierra mojada alrededor de nuestro pequeño sistema radicular que impedirá que el oxígeno llegué a la raíz. Eso puede ocasionar que se pudran las pocas raíces que tenga y que la planta o no tire lo suficiente, o que se muera después de haber gastado 50L de tierra y una buena semilla.
Cuando ya entramos en floración no se deben hacer trasplantes, lo que tendremos que hacer es cuidar al máximo el sistema radicular que ya tenemos. Lo que debemos hacer es no regar con una cantidad abusiva de agua, sino con el agua justa que se beban nuestras plantas cada 2 o 3 días máximo.
Si cultivamos en interior nuestras plantas tendrán un ciclo muy corto, y con un simple abonado y manteniendo la cantidad de agua de riego a raya bastará para tener plantas sanas. El problema viene en exterior, cuando la floración de nuestras plantas puede alargarse de 3 a 4 meses. Cuando llevan 2 meses o más desde el último trasplante nuestras raíces van decayendo y necesitan un poco de ayuda.
Cuando las raíces están viejas o muertas podemos usar enzimas en nuestras plantas.
Las enzimas se encargan de transformar la materia orgánica como las raíces muertas y restos de abonos que no son absorbibles por nuestras plantas en azúcares. Esos azúcares son muy similares a los que produce la fotosíntesis y se encargarán de rellenar el núcleo celular, dando plantas más pesadas.
A parte, nuestras raíces tendrán nuevos espacios por donde seguir expandiéndose, le crecerán nuevos «pelos absorbentes» en esas raíces y seguirán su ciclo normal a toda potencia floreciendo y alimentándose bien al 100%.
Si cultivamos en interior es muy importante que la ventilación de tu cultivo sea la idónea, ya que si no están bien ventiladas las plantas no respirarán bien, el exceso de humedad puede ocasionar que el sustrato permanezca demasiado húmedo y las raíces pueden pudrirse, por eso son necesarios los extractores de aire en éstos tipos de cultivo.
A veces lo vemos todo bien y tenemos problemas de alimentación, hacemos trasplantes, medimos el Ph, la Ec y todo sigue yendo mal. Muchas veces el problema es el color de la maceta.
Cuando cultivamos en interior da igual las macetas que usemos por que cuando lleven unos 25 días de vida a las macetas apenas les dará la luz. Pero en exterior si que importa, si ponemos macetas negras a pleno sol absorberán todo el calor del sol al rebotar y no reflejar, con lo que se cocerán nuestras raíces.
En exterior hay que usar macetas blancas para evitar problemas de ese tipo, ya que por esa tontería podremos arruinar nuestra cosecha. También podemos utilizar algo (cartón, madera, etc…) que impida que el sol de directamente a la maceta para evitar que se sobre-caliente.
Así que ya sabéis, aunque parezca que son tonterías, por culpa de cosas como ésta hay muchos cultivadores que no llegan a conseguir hacer florecer sus plantas, que se les mueren desde el inicio y que a veces se frustran creyendo que lo hacen todo mal. Éstos consejos mejorarán y mucho todos los cultivos que hagas de ahora en adelante.
