El cultivo de plantas autoflorecientes interior no es una práctica muy extendida, pero sí que tiene su público y cada vez son más las personas que se lanzan a probar este tipo de cepa automática de forma artificial. Por ello vamos a daros un par de consejos con los que aumentareis las probabilidades de tener éxito.
Introducción | El origen
Las plantas autoflorecientes tienen su origen en Asia, como las variedades índicas y sativas, aunque en un primer momento no tenían la capacidad para florecer de forma automática. Este gen empezó a desarrollarse cuando de forma natural o por mediación del hombre, su cultivo o desarrollo comenzó a darse en zonas más al norte de Europa y Asia, donde las temperaturas son más bajas y la llegada del frío es más temprana. Justamente estos dos motivos fueron los que hicieron evolucionar al cannabis hasta cambiar su forma de florecer, con tal de mantener la supervivencia de la especie.
En un principio las variedades automáticas no tuvieron un buen comienzo, ya que no ofrecían buenos resultados en cuanto a desarrollo y producción y además tampoco lo ofrecían en cuanto a calidad de resina, aromas y efectos. Con el tiempo y gracias a los avances en desarrollo genético cannábico, las variedades auto empezaron a ofrecer desarrollos y cosechas de calidad, por lo que su cultivo se comenzó a extender de forma progresiva, sobre todo para los cultivadores de balcón y/o terraza.
En la actualidad la inmensa mayoría de las variedades auto que hay en el mercado ofrecen excelentes resultados, aunque como no se pueden mantener los parentales con gen auto, la descendencia no suele ser demasiado homogénea y por lo tanto pueden variar bastante los resultados de una planta a otra, aun siendo hermanas. Aun así, los resultados por lo general suelen ser muy gratificantes y de calidad.
Cultivo de autoflorecientes interior
Para cultivar variedades autoflorecientes interior y tener éxito, hay que trabajar de manera diferente a como lo hacemos con las variedades regulares o feminizadas de toda la vida. Ya que estás no destacan por desarrollar un sistema radicular demasiado potente, y además cualquier tipo de estrés suele frenar el desarrollo general de la planta. Por ello os vamos a dar unos prácticos trucos con los que poder cultivar plantas auto en interior satisfactoriamente.
Germinación
El primer paso y el más importante es intentar conseguir que las semillas germinen de forma óptima y sin sufrir ningún tipo de estrés en el proceso. Por ello lo ideal es utilizar la técnica de la servilleta, aunque previamente recomendamos preparar un vaso de agua, añadir un par de gotas de agua oxigenada, introducir las semillas y mantenerlas en ese vaso durante 24h a oscuras.
Si realizamos esta operación en otoño o invierno, es necesario el control de la temperatura del agua para que se mantenga en torno a 20°C. Después de esas 24h hay que realizar la técnica de germinado en servilleta, también intentando mantener una temperatura de no más de 20°C. Recordar que el frío retrasa la germinación y que las altas temperaturas son ideales para la propagación de hongos.
Medio de cultivo
Una vez que las semillas han abierto de forma correcta, es el momento de trasplantarlas a su maceta definitiva, pero para ello tenemos primero que preparar o adquirir un sustrato ideal para autos. En este sentido se debe utilizar un sustrato que ofrezca una gran oxigenación a las raíces y que no se compacte con facilidad, si además contiene alimento orgánico de liberación lenta y bacterias, mejor que mejor.
Un buen sustrato podrías ser uno que estuviese compuesto por:
- Fibra de coco: 30%
- Mezcla de turba rubia y negra: 30%
- Humus de lombriz: 15%
- Perlita: 15%
- Guano de murciélago: 5%
- Algas en polvo: 5%
Si además añadimos una base de arcilla expandida para mejorar el drenado, optimizaremos mejor el entorno para sus delicadas raíces.
Macetas
Las macetas también son una parte importante, por ello tenemos que elegir las que ofrezcan mejores condiciones al delicado sistema radicular de las variedades auto. En este sentido lo ideal es trabajar con macetas diseñadas especialmente para autos, macetas podadoras de raíces o con macetas de tela.
Maceta especial para autos:
Esta se caracteriza por tener una largaría mucho mayor a las macetas convencionales cuadradas de plástico negras. Lo que se consigue con este tipo de maceta, es que las raíces se desarrollen a lo largo de forma extensa, sin encontrar nada que obstaculice su desarrollo. Para obtener los mejores resultados lo ideal es evitar encharcar el sustrato, ya que al ser tan larga, este tarda más tiempo en perder la humedad.
Maceta podadora de raíces:
Este tipo de maceta posee un diseño muy particular, el cual está compuesto por gran cantidad de orificios en toda la estructura de la maceta. Este diseño crea un efecto beneficioso en el desarrollo del sistema radicular, ya que cuando este sobresale hacia el exterior a través de los agujeros el aire y el oxígeno lo podan. Este efecto crea un estrés a nivel radicular, el cual incentiva la formación de más puntas radiculares en la zona que ha sufrido el estrés, por lo que aumenta el sistema radicular.
Macetas de tela:
Las macetas de tela ofrecen unos resultados parecidos a la maceta podadora de raíces, ya que también ofrecen una excelente oxigenación al medio y además permite que la raíz traspase la tela, generando el mismo tipo de estrés-estímulo al sistema radicular. Por otro lado nos permiten realizar trasplantes a suelo directo, sin necesidad de tener que extraer el cepellón, lo que evita que la planta sufra un estrés post trasplante y frene unos días su desarrollo.
Riego y Alimentación
Como hemos comentado anteriormente, el sistema radicular de esta genética es particularmente delicado, por ello hay que intentar en la medida de lo posible, no excederse con la cantidad de agua en los riegos. Un buen método para saber si nos hemos excedido es, fijarnos si el sustrato permanece húmedo más de 48 horas, si es así, hay que reducir un poco la cantidad de agua, para que el sustrato esté listo para volverse a regar cada 2 días, como máximo.
En cuanto a la alimentación, los mejores resultados se obtienen con la aplicación de abonos orgánicos de liberación lenta y con el uso de diferentes tipos de bacterias. Estas ayudan al sistema radicular a desarrollarse de forma espectacular y a asimilar de forma rápida y efectiva los nutrientes que contiene el medio de cultivo. De esta forma no es necesaria la aplicación de más nutrientes hasta las primeras semanas del periodo de floración (de 3-5 semanas de vida).
El fotoperiodo
A la hora de cultivar plantas autoflorecientes interior tenemos que hacerlo bajo un fotoperiodo continuo y sin variaciones, para obtener los mejores resultados este tiene que ser lo más extenso posible. Por ello lo ideal es cultivarlas bajo un fotoperiodo de 20/4 o de 18/6, (luz/oscuridad). Está comprobado que estos periodos lumínicos, son con los que las plantas auto ofrecen los mejores resultados en cuanto a desarrollo y producción.
Desde Notasdehumo esperamos que estos trucos os ayuden a conseguir mejores plantas autoflorecientes interior y que podáis disfrutar de su cultivo y desarrollo.