Podemos dividir el tiempo que se tarda desde que germinamos una semilla de Marihuana hasta que cosechamos sus cogollos en dos ciclos, el ciclo vegetativo o de crecimiento y el ciclo de floración. Ambos son igual de importantes y en cada cual debemos dar unos cuidados específicos a nuestras plantas.
Vamos a explicar que se debe hacer en cada ciclo para que todos puedan comprender la importancia que tiene pasar al ciclo de floración justo en el momento adecuado. Ya que si lo hacemos antes de tiempo o lo demoramos demasiado… podemos tener serios problemas en nuestro cultivo de cannabis.
Obviamente esta información va dirigida principalmente a los cultivos de interior, pero también se puede aplicar a los cultivos de exterior si se realizan en maceta, como veremos a continuación.
Ciclo de Crecimiento
Este ciclo comienza en el mismo instante en el que plantamos nuestras semillas y dura hasta que hacemos el cambio a floración. Es un ciclo que condicionará los resultados finales que podamos obtener, ya que una planta sana y fuerte, bien cultivada, nos dará unos cogollos de mucha mayor calidad y peso.
En cultivos de interior el ciclo de crecimiento suele durar unas cinco o seis semanas de media, siempre y cuando contemos con buenos parámetros en nuestro armario de cultivo:
- Buen nivel de humedad en torno al 70%
- Buena iluminación adecuada nuestro espacio de cultivo
- Buena temperatura que ronde máximas de 26º
- Regar y abonar adecuadamente
El ciclo de crecimiento tiene muchas más horas de luz al día que el ciclo de floración, esta es quizás la mayor de las diferencias. Durante el ciclo de crecimiento por norma general se suele tener el foco funcionando 18 horas continuadas para dar después 6 horas de total oscuridad a nuestras plantas.
Hay quien trabaja con otros ciclos lumínicos diferentes, como por ejemplo 20/4 (20 horas de luz y 4 de oscuridad) o incluso 24/0. Nosotros recomendamos 18/6 porque funciona bien y no estresa a las plantas.
Si cultivamos en tierra de calidad con macetas de buen tamaño (12 litros o más), por lo general no es necesario utilizar ningún tipo de abono en este ciclo. Aunque a partir de la segunda o tercera semana de vida podemos usar algún estimulador de raíz si queremos que nuestras plantas tengan un desarrollo radicular superior.
Hay muchos fabricantes de abonos que insisten en que hay que abonar las plantas durante todo el ciclo de crecimiento, pero esto no es cierto. Simplemente quieren vender sus productos, algo muy normal cuando se es empresario.
Es a partir de la cuarta o quinta semana de crecimiento, cuando si podemos comenzar a utilizar algún abono especifico rico en nitrógeno. Durante la primera fase del ciclo de floración nuestra planta crecerá mucho y muy deprisa, por eso es conveniente realizar algunos riegos con abono al final de la etapa de crecimiento (aunque siempre con moderación ya que el exceso de abono es muy negativo para nuestras plantas).
Ciclo de floración
Este ciclo comienza en el mismo instante en el que cambiamos las horas de luz en nuestro armario de cultivo. Durante el ciclo de floración debemos programar el foco para que de 12 horas de luz continuadas pasando después a dar 12 horas de total oscuridad. Algunas variedades sativas precisan de más horas de oscuridad para florecer, quedando en 11 horas de luz y 13 horas de oscuridad absoluta (11/13).
Es imprescindible que durante las horas de oscuridad no molestemos a nuestras plantas, no encendamos el foco ni tan siquiera unos segundos ni nada similar. Debe ser una oscuridad total y absoluta para que nuestras plantas no se estresen y comiencen a florecer.
Hay quien utiliza ciclos lumínicos diferentes como los expuestos por Reinhard Delp, aunque no los recomendamos. Si aun así queréis saber más sobre ellos podéis hacerlo desde: Foto-periodo lumínico 12/1 de Reinhard Delp
Una vez hemos comenzado el ciclo de floración veremos como nuestras plantas comienzan a crecer a una velocidad muy superior a la del ciclo de crecimiento. Crecerán hasta doblar, triplicar o cuadriplicar su altura durante las primeras semanas de floración, dependiendo del tipo de Marihuana que estemos cultivando.
Cuando aparezcan las primeras flores será cuando el crecimiento comience a ralentizarse hasta casi parar, ya que nuestra planta dará prioridad al desarrollo de flores y su engorde. Lo que todos conocemos como cogollos.
Pasaran aun unas cuantas semanas hasta que los cogollos estén completamente desarrollados y maduros, en su punto optimo para ser cosechados, secados, curados y posteriormente… fumados.
Y ahora que ya hemos visto en que consiste cada ciclo, podemos explicar cuando es el momento óptimo para comenzar el ciclo de floración en nuestras plantas de Marihuana.
Cuando comenzar el ciclo de floración con plantas de Marihuana
Debemos saber que las plantas de Marihuana nunca comenzaran a florecer si no han llegado a su madurez sexual. Si partimos de semillas, lo normal es que esto ocurra entre la cuarta y la sexta semana de vida. Si partimos de esquejes, no hace falta esperar ya que los esquejes ya tienen la madurez sexual necesaria para florecer.
Partiendo de semilla, sabremos que nuestra planta ha alcanzado su madurez sexual porque nos mostrará los primeros pistilos en su tallo, a la altura de las ramas más nuevas, tal y como podéis apreciar en esta foto.
Los pistilos son esos pequeños «pelillos» o «pelos» blancos que nacen entre el tallo la rama, signo de que la planta ha llegado a su madurez sexual y de que es una planta hembra (los machos no sacan pistilos, sino pequeñas bolas, como un huevo).
Esto es lo primero que necesitamos comprobar para poder pasar nuestras plantas a floración, asegurarnos de que nuestras plantas son sexualmente maduras.
Lo siguiente que debemos comprobar es que tipo de planta de Marihuana tenemos. Puede ser una planta índica, sativa o un híbrido. Podéis saber que tipo de planta de Marihuana tenéis buscando información en el banco de semillas de vuestra planta.
Por ejemplo, si tenemos una Great White Shark del banco de semillas Green House Seeds, podemos ir a su web y comprobar que nuestra planta es de variedad índica. Si por ejemplo tenemos una Super Lemon Haze del mismo banco de semillas, podremos ver en su pagina web que se trata de una variedad de marihuana sativa.
Es muy importante saber esto, porque las plantas de Marihuana índicas doblan su altura durante el ciclo de floración (por lo general). Mientras que las plantas de Marihuana sativas triplican o cuadruplican su altura durante el ciclo de floración. Las variedades híbridas pueden ser una caja de sorpresas, por lo que debemos consultar la información que nos proporcione el banco de semillas que las venda para determinar si son más índicas o sativas.
Entonces, si tenemos un armario de cultivo de dos metros de altura y le restamos los cuarenta centímetros de espacio que nos quita el foco de luz y los veinte centímetros de altura que tiene la maceta… Nos queda una altura disponible de 140 centímetros (1 metro y cuarenta centímetros).
Debemos medir la altura de nuestra planta de marihuana desde la base del tallo (justo en la parte de la tierra donde comienza la planta, la parte visible de la planta no las raíces) hasta la punta (la parte más alta de la planta).
Si por ejemplo tenemos una Great White Shark que sabemos que es índica y mide 50 centímetros, como sabemos que durante el ciclo de floración va a doblar su altura, tendremos una planta de 1 metro de altura (100 centímetros) al finalizar el ciclo de floración.
Si por ejemplo tenemos una Super Lemon Haze que es sativa, de unos 50 centímetros de altura, sabiendo que durante el ciclo de floración triplicará su altura… el tamaño final de esta planta será de un metro y medio (o más).
Así que para saber cuando debemos pasar una planta a floración (12/12) lo que debemos hacer es saber que tipo de planta tenemos y ver si ha madurado sexualmente. Todo depende de la altura disponible que tengamos y de lo grande que queramos que sea nuestra planta al final de la floración. Sabiendo por supuesto, que cuanto más grande es una planta… por lo general mayores son sus cogollos.
Por supuesto la genética es la que manda, hay plantas muy productivas y otras poco productivas indiferentemente de su altura.
Si partimos de semilla, es recomendable dejar que como mínimo la planta tenga un par de palmos de altura y después valorar si queremos una planta más grande (dejándole más tiempo de ciclo de crecimiento antes de pasarla a floración) o una planta más compacta (pasándola a floración con un tamaño más pequeño). Recordando siempre, que durante el ciclo de floración como mínimo van a doblar su tamaño (por norma general… aunque siempre hay unas pocas excepciones en las que no llega ni a doblar su tamaño).
Informarnos de que tipo de planta estamos cultivando es la clave para saber con que altura deberíamos pasarla a floración.
Y en cultivos de exterior…. ¿Cómo lo hacemos?
En cultivos de exterior lo normal es que las plantas florezcan a su ritmo, cuando los días comienzan a acortarse es cuando las plantas comienzan a florecer y dependiendo del tipo de planta que tengamos, la cosecharemos a finales de verano, otoño o finales de otoño.
Pero si nuestra planta está en una maceta, podemos meterla dentro de casa a una sala totalmente oscura durante 12 horas, simulando un cultivo de interior. Y sacarla nuevamente al sol las otras 12 horas restantes. Con esto nuestra planta comenzará a florecer forzosamente.
Por supuesto al igual que sucede con los cultivos de interior, debemos esperar a que la planta sea sexualmente madura (es decir, tenga como mínimo entre cuatro y seis semanas de vida, cuando muestre los pistilos).
¿Ciclos de floración para plantas de Marihuana Auto-floreciente?
Entonces no debes preocuparte de nada, no importa el ciclo de luz que les a tu planta, porque las variedades auto-florecientes no dependen del ciclo lumínico. Ellas crecen y después florecen de forma automática, a su ritmo.
Lo más recomendable para las variedades auto-florecientes es darles una gran cantidad de luz al día, tanto en crecimiento como en floración.