El cannabis es una planta pasa por una serie de procesos desde que germinamos la semilla, hasta que cortamos nuestras cepas, los cuales deberemos conocer para diferenciar con claridad, pues en cada una de estas etapas necesitará una alimentación diferente. Como utilizar correctamente los fertilizantes es algo que no todo el mundo conoce, la mayoría únicamente sabe diferenciar entre fertilizantes para crecimiento y para floración, aunque existen
Existen 2 maneras de guiarse con los fertilizantes mientras realizamos un cultivo; las típicas tablas entregadas por los propios fabricantes de fertilizantes, o conocer las etapas de las plantas y saber que necesitan en cada ocasión. Las tablas aportadas por los bancos cuentan con el inconveniente de que vienen con unas semanas específicas y este es un factor que varía entre genéticas, únicamente se acoplarán a tu cultivo en caso de que tengas una variedad con una floración igual de larga que la especificada en la tabla. Nosotros os vamos a enseñar a diferenciar entre las fases de las cepas y los fertilizantes que se utilizan en cada fase, así podrás adaptarlo a tu cultivo, aunque cultives una genética con una floración de 14 semanas.
1. Germinación:
Esta es la primera fase vital de nuestras plantas, consiste en que la semilla se abre y brota la primera raíz, la cual colocamos en el sustrato pertinente y esperamos. La mayoría de cultivadores suele pasar este proceso sin utilizar ningún fertilizante, aunque algunos
han tenido malas experiencias con eso y prefieren ir a lo seguro. Podrás encontrar
germinadores como X-Seed o el Germinador Pro, que ayudarán a que la germinación de tus
semillas sea todo un éxito.
2. Crecimiento:
Hasta que nuestras cepas muestren su tercer nudo, todavía son consideradas como plántulas, por lo que aún no cuentan con la fuerza suficiente como para resistir la aplicación de fertilizantes. Con la formación de este tercer par de hojas comenzaremos la aplicación del fertilizante base de crecimiento, el cual podemos combinar con enraizante, para maximizar el desarrollo de la planta desde su primer momento.
Los abonos base de crecimiento, normalmente conocidos como Grow, son los encargados de hacer que nuestras cepas muestren una estructura dura y resistente, lo que le permitirá cargar con producciones mayores. El ingrediente estrella en estos fertilizantes es el Nitrógeno, el cual no solo hará que el diámetro del tronco y de cada brazo sea mayor, sino que además nos asegura las hojas más verdes y sanas que nuestras plantas puedan formar. Además incluyen variadas vitaminas y elementos básicos para nuestras cepas, por lo que en muchas marcas viene en 2 fertilizantes (A+B), que tendremos que combinar con el agua de riego.
El enraizante ayudará al sistema radicular a colonizar el sustrato con mayor rapidez, lo que veremos directamente reflejado en el desarrollo y en la formación de brazos de la planta. A mayor sistema radicular, mayor será la alimentación de la planta, lo que nos permitirá aumentar el número de riegos, y a su misma vez el número de aplicaciones de fertilizante.
3. Prefloración:
Se conoce como prefloración al momento en el que las plantas comienzan a mostrar su sexo, las hembras comienzan a mostrar los primeros pelos, especialmente en la punta central y en la base de algunos brazos. Si estamos cultivando en interior, podremos considerar prefloración al momento en el que cambiamos el fotoperiodo, mientras que en cultivos de exterior, tendremos que controlarlas bien para poder apreciar la formación de estos primeros pelos.
Los fertilizantes utilizados en esta etapa serán decisivos en el desarrollo de nuestra cosecha, pues serán el abono base de floración y el estimulante de floración.
El abono base es un fertilizante típico que se encuentra en todos los fabricantes de fertilizantes, pues aporta los minerales y microelementos necesarios, para que las plantas no muestren carencias y no frenen su desarrollo al avanzar la floración. Estos fertilizantes suelen conocerse como Bloom, y al igual que la fase de crecimiento, en algunas ocasiones vienen partidos en A+B.
El estimulador de floración es esencial para conseguir una cosecha voluminosa, se encarga de acelerar la formación de flores, lo que le permite a la planta crear un número de cogollos mayor. Las diferencias son espectacularmente notables, las plantas pasan de crear cogollos en las puntas a llenar sus ramas de cogollos, lo que acaba representando un gran incremento en el peso. Algunos de los estimuladores de floración más conocidos son Bud Ignitor de Advanced Nutrients, Hesi Boost de Hesi o Boost Accelerator de Canna.
4. Floración:
Esta es una etapa breve, durará un máximo de 2-3 semanas, aunque en las cepas más rápidas será todavía menos. En esta fase la planta ya ha creado todos los cogollos que tenía que formar, por lo que podremos retirar el estimulador de floración, aunque deberemos mantener la base hasta el momento del lavado de raíces.
Un buen fertilizante para comenzar a aplicar en este momento son las enzimas, unas moléculas que catalizan los procesos químicos, lo que puede ser de gran ayuda en nuestros cultivos. Al aplicarlo sobre nuestro sustrato, actuará directamente sobre el sistema radicular, deshaciendo todas las raíces muertas y todo el material en fase de descomposición, para convertirlo en azúcares para la alimentación de nuestras plantas. A su misma vez, dejará espacio para desarrollar raíces nuevas, lo que mejorará también la alimentación de la planta. Algunos complejos enzimáticos de los más utilizados son Sensizym de Advanced Nutrients, Power Zym de Hesi o Cannazym de Canna.
5. Engorde:
Aquí será cuando realmente notaremos un gran incremento en nuestra cosecha, pues como bien indica el nombre de la fase, el tamaño se los cogollos aumenta increíblemente. En esta etapa deberemos añadir 2 fertilizantes nuevos a la mezcla, unos azúcares o carbohidratos, y un PK alto, manteniendo el fertilizante base para floración y las enzimas, que ya le estábamos aplicando anteriormente.
Los fertilizantes con altos niveles de PK se encargan de hacer explotar la pared celular de los cogollos, lo que aumenta su tamaño considerablemente, aunque deja huecos libres en su interior. Algunos ejemplos de Pk alto son Monster Bloom de Grotek, o los famosos PK13/14 que podemos encontrar de muchas marcas como Canna, Hesi o Atami.
Los azúcares o carbohidratos se encargan de rellenar estos huecos internos que quedan en el interior del cogollo, lo que nos asegura una densidad máxima en cada cogollo, incrementando fuertemente el peso final de nuestra cosecha. Esto nos evitará algo típico que le ha sucedido a muchísimos cultivadores, que es ver como se reduce el tamaño de los cogollos una vez puestos a secar, debido a falta de densidad en el núcleo del mismo. Los azúcares también incrementan la producción de resina, lo que además nos asegurará una presencia de cannabinoides y de terpenos mayor, mejorando considerablemente le potencia y el sabor de la hierba.
6. Lavado de raíces:
Este proceso es el último que realizaremos antes de cortar nuestras cepas, será en el que decida el sabor final de nuestra producción, pues consistirá en dejar libre el sustrato de cualquier resto de fertilizantes, para resaltar así el sabor más puro de nuestra hierba.
Si hemos utilizado abonos de procedencia orgánica durante nuestros cultivos, únicamente tendremos que dejar de aplicar fertilizantes unos 15-20 días antes de cortar las plantas, de manera que las plantas se alimenten exclusivamente de agua en sus últimas semanas, permitiéndoles depurar cualquier sobrante que pueda quedar en su organismo.
Una forma de saber que ha llegado el momento de hacer el lavado de raíces, es fijándose en el tiempo que tarda el sustrato en secar cuando regamos, pues al entrar en sus últimas semanas baja levemente su alimentación, momento en el que deberemos retirar totalmente los fertilizantes.
En caso de haber utilizado fertilizantes con compuestos químicos, disponemos de limpiadores de sales como Final Flush de Grotek o Flawless Finish de Advanced Nutrients, los cuales harán que el sustrato suelte todos los restos de fertilizantes acumulados, consiguiendo que la planta se alimente exclusivamente de agua durante sus últimos días.
El momento de utilizar el limpiador de sales es el mismo que al realizar un lavado de raíces normal, 15-20 días antes de cortar o en el momento en el que las plantas ya hayan formado y ensanchado los cogollos y bajen levemente su alimentación.
Una vez conozcas estas etapas y aprendas a diferenciarlas, te será bastante más sencillo fertilizar tus cepas, independientemente de la duración de su floración.