La tierra de diatomeas es un recurso natural muy apreciado en el sector de la agricultura y la jardinería porque se trata de un producto de origen ecológico que ofrece excelentes beneficios tanto para el suelo como para las plantas. ¿Te interesa saber más? A continuación te lo contamos todo sobre este maravilloso regalo de la naturaleza.
Qué son las diatomeas
Las diatomeas son algas microscópicas unicelulares que, pese a su tamaño minúsculo, tienen un papel importantísimo en los ecosistemas marinos y de agua dulce. Se calcula que existen alrededor de 20,000 especies de diatomeas distintas en el mundo. Son organismos fotosintéticos que se pueden encontrar en todos los ambientes acuáticos, aunque por lo general predominan en ríos, lagos y océanos. Son responsables de una gran parte de la producción de oxígeno de nuestro planeta y también resultan imprescindibles en la cadena alimentaria, porque son el alimento de muchas especies de peces y otros organismos acuáticos.
Pero, ¿cómo son las diatomeas? Cada una tiene una estructura única y simétrica y cuenta con una especie de esqueleto rígido o armadura, que se llama frústula y está compuesta de sílice. Al morir las diatomeas, estas frústulas se quedan depositadas en el fondo del agua y van formando una capa de sedimento que es lo que se conoce como tierra de diatomeas. Es un proceso que puede durar miles de años y que da lugar a un polvo fino y blanco formado de fósiles de microalgas.
Propiedades y beneficios de la tierra de diatomeas
La tierra de diatomeas es un material muy rico que puede proporcionar un montón de beneficios en los cultivos gracias su alto contenido de sílice y otros minerales. Tiene varias aplicaciones: como fertilizante y para el control natural de plagas.
Como fertilizante ecológico
La tierra de diatomeas aporta al suelo un montón de nutrientes importantes como sílice, magnesio, calcio, hierro y varios oligoelementos esenciales para el crecimiento de las plantas. El sílice, en particular, es un mineral que fortalece la estructura celular de las plantas y las hace más resistentes a factores de estrés, como sequías, temperaturas extremas y ataques de plagas. Este refuerzo celular también ayuda a que las plantas crezcan con más vigor.
Además, la estructura porosa de la tierra de diatomeas también es ideal para retener la humedad en el suelo, por lo que se reduce la necesidad de riego frecuente. Así que, también es un recurso perfecto para cultivos donde el acceso a agua es limitado o en climas secos.
Como insecticida natural
Otra de las características destacadas de la tierra de diatomeas son sus propiedades como insecticida natural. Si espolvoreamos este polvo sobre insectos y plagas, las partículas microscópicas de sílice actúan como microcuchillas que desgarran la capa externa (exoesqueleto) de estos insectos. Esto hace que se deshidraten rápidamente y se mueran. Además, es efectiva contra una gran variedad de plagas, como pulgones, ácaros, hormigas, y caracoles, todo ello sin usar productos químicos.
La tierra de diatomeas no es tóxica para los humanos, ni los animales, ni las plantas. De hecho, existen presentaciones de tierra de diatomeas aptas para el consumo humano, conocidas como «tierra de diatomeas de calidad alimentaria», que en dosis controladas se usan como suplemento para eliminar parásitos en el organismo humano o en animales domésticos.
Cómo se usan las diatomeas
La tierra de diatomeas se puede aplicar de varias formas, dependiendo del objetivo y del tipo de planta que se quiera proteger o nutrir. Aquí se explican dos de los métodos más eficaces:
Diluida y pulverizada sobre las hojas
Si lo que se pretende es controlar plagas como pulgones, ácaros o cochinillas, la tierra de diatomeas puede aplicarse diluida en agua y pulverizada directamente sobre las hojas y los tallos. Se recomienda hacerlo cada quince días en caso de infestación y una vez al mes como medida preventiva. Para preparar esta mezcla, se diluye una pequeña cantidad de tierra de diatomeas en agua y se agita bien antes de aplicarla.
Espolvoreada en el suelo
Otra opción es espolvorear la tierra de diatomeas directamente sobre el suelo. Este método es eficaz para fertilizar la tierra y para controlar posibles plagas en las raíces. Los minerales de las microalgas se integran en el sustrato y aportan un extra de nutrición a la plantas. En este caso se aconseja aplicar cada 3 o 4 semanas. También se puede espolvorear alrededor del cultivo para crear una barrera física que impida el paso a insectos rastreros.
Ventajas de usar tierra de diatomeas
El uso de tierra de diatomeas en cultivos y jardines tiene ventajas que van más allá de sus características ecológicas.
- No contamina y es sostenible. Por un lado, es un recurso natural, biodegradable y no contaminante, por lo que es compatible con prácticas de cultivo orgánicas y sostenibles. No deja residuos tóxicos en el suelo ni afecta negativamente a los microorganismos beneficiosos.
- No genera resistencia. Otro punto importante, es que la tierra de diatomeas no genera resistencia en las plagas, algo que no ocurre con la mayoría de pesticidas químicos, que pueden perder efectividad con el tiempo debido a la adaptación de los insectos. En este caso, al provocar un daño físico, el efecto es siempre eficaz sin importar la generación o especie de insecto.
- Mejora la estructura de la tierra. Por otra parte, el aporte de nutrientes como sílice y otros minerales ayuda a mejorar la estructura del suelo, algo que beneficia en muchas maneras al crecimiento saludable de las plantas, puesto que favorece una buena retención de agua y estimula un desarrollo fuerte de las raíces.
- Fácil de aplicar. En cuanto a su aplicación, la tierra de diatomeas es fácil de manejar y aplicar, tanto para pequeños huertos domésticos como para grandes superficies agrícolas. Es versátil y al no ser tóxica, se puede manipular y dosificar con seguridad, simplemente siguiendo las instrucciones del fabricante.
La tierra de diatomeas se ha convertido en uno de los productos más populares entre los cultivadores. Además de ser totalmente ecológica, mejora la calidad del suelo y mantiene las plantas sanas, nutridas y libres de plagas.
