Existe una errónea traducción por parte de muchos consumidores que indica que BHO son las siglas de Butan Honey Oil, cuando en realidad la H se debe a Hash, que es lo que se obtiene con este sistema, aceite de hachís extraído con butano. Supongo que Honey podría hacer también referencia a este tipo de extracción, pues su color y textura es similar al de la miel.
En esta ocasión vamos a ver como elaborar una extracción con gas paso a paso, veremos como extraer el aceite de nuestros cogollos o restos de manicura para degustarlo posteriormente, lo que comúnmente se denomina BHO. Una de las partes mas importantes que debéis conocer es el purgado, dado que con el eliminaremos todos los posibles (mas bien probables) restos de gas y elementos no deseados.
Existen muchos sistemas de purgado, inicialmente el purgado se hacía exclusivamente al baño maría (aun se sigue haciendo por parte de muchos desarrolladores de BHO) y como en todo, aquí cada maestrillo tiene su librillo, aunque hemos de reconocer que por mucho baño maría que le demos los mejores resultados eliminando gas se obtienen con la ayuda de una campana de vacío, tras dicho purgado inicial al baño maría.
Dado que mi experiencia personal en esta técnica de extracción es muy reducida, asistiré de observador a una extracción gracias a la invitación del amigo Dadu, quien nos mostrará como realizar BHO explicándonos todo el proceso, paso a paso. Este artículo no es ni será la guía perfecta de cómo realizar BHO, ya que existen auténticos sibaritas de esta técnica, pero mostraremos a grandes rasgos como elaborarlo.
Lo primero que debemos saber es en qué consiste este tipo de extracción, que podríamos simplificar como una extracción de hash, utilizando gas. Para obtener una extracción lo más limpia posible, debemos usar un gas que deje muy pocos residuos, ya que estos son altamente tóxicos. El gas “colibrí” es el más utilizado, dado que su porcentaje de residuos una vez evaporado es del 0%, aunque ya sabes que ese 0% es en muchas ocasiones 0.99999% o similar. Quizás parezca una tontería de “puristas” o “sibaritas”, pero no es así, debemos asegurarnos que el gas que vamos a utilizar para la extracción es de primera calidad.
A continuación os voy a relatar como se realizó la extracción, es realmente sencillo y tomando las precauciones adecuadas bastante seguro, aunque no podemos olvidar el hecho de que estamos manipulando gas altamente inflamable. Es por ello que debemos realizar el proceso en un lugar muy ventilado, donde nadie fume ni se produzcan chispas o llamas de ningún tipo que puedan hacer que el gas se inflame. Las precauciones durante la extracción deben ser máximas, sin excepción.
Los medios que se han usado para realizar esta extracción no son los más profesionales ni los mas indicados, siempre se pueden mejorar, pero si suficientes para poder mostrar cómo se elabora todo el proceso y como no, degustar unos excelentes resultados.
Lo primero que debemos hacer, es tener preparada la hierba que vamos a utilizar. Quien dice Marihuana, dice también restos de manicura, teniendo presente que con cogollos “decentes” podremos obtener un 15% de retorno mientras que con restos de manicura lo normal es obtener un 10% de retorno.
Esto significa que obtendremos ese porcentaje en forma de aceite, una vez ya purgado por completo. Por poneros un ejemplo, realizamos esta extracción con cuarenta gramos de restos de manicura, obteniendo cuatro gramos de aceite una vez finalizado todo el proceso.
Así pues, lo primero que haremos es grindear esos cuarenta gramos de restos para poder trabajar con una hierba bien desmenuzada. Dado que con un grinder echaríamos un buen rato, hemos pasado a lo sencillo, que es meter los restos en un molinillo de café y dejar que la electricidad haga su magia durante unos pocos segundos (quizás esta técnica desmenuce en exceso…. pero bueno, para ver como realiza el proceso no nos vamos a poner tikis-mikis).
Aquí me gustaría hacer una pequeña pausa y explicar que muchos cultivadores realizan sus extracciones sin gridear los cogollos o restos de manicura, con la idea de que al grindear se liberan ciertas moléculas por parte de la materia vegetal que hacen que el aceite final sea menos puro. Desde el respeto hacia estas opiniones, siempre he pensado que después de tantos años fumando hierba a pelo, no me voy a preocupar ahora por unas moléculas. El sentido común me indica que grindando bien la hierva, será más sencillo que el gas pueda disolver correctamente todos los tricomas, arrastrando consigo el principio activo, por lo que este es el sistema que usaremos en esta extracción.
Meteremos los restos en el tubo preparado para la extracción, que en este caso es de PVC (es lo que hay) , aunque a nivel personal os recomiendo que el tubo sea de cristal de borosilicato o acero quirúrgico. Los restos lo metemos sin prensarlos mucho, pero evitando que queden bolsas de aire, de forma que la hierva quede compacta pero no apretada o demasiado prensada. Con esto facilitaremos el paso del gas y un correcto arrastre y disolución de tricomas.
Aquí he de hacer otra pausa, pues algunos cultivadores prefieren prensar al máximo la hierba una vez introducida en el tubo y otros dejarla compacta pero no apretada, como en nuestro caso. Ya sabéis que esto es como todo, cada maestrillo tiene su librillo por lo que las metodologías pueden variar mucho dependiendo de quién realice la extracción.
Dentro del tubo que vamos a usar (de PVC aunque no sea lo más correcto ni indicado), hemos colocado una malla en la parte inferior, de forma que impida salir las impurezas dejando paso exclusivamente a nuestro esperado aceite. Comentar que el tubo no tiene ningún truco, unos cuantos agujeros en la parte inferior por donde tendrá salida el gas con lo que arrastre y un agujero en la parte superior, que es por donde introduciremos el gas.
Una vez preparado el tubo y bien cerrado (en este caso a rosca…), procederemos a introducir gas “colibrí” de forma pausada, en pequeños intervalos de tiempo con el único fin de ir congelando poco a poco el tubo y su contenido. El gas al salir de su envase se enfría muchísimo, congelando lo que encuentra por su paso, el tubo y como no, la hierba desmenuzada que hemos introducido en su interior.
Durante este primer proceso y con esta cantidad de hierba (40gr), usaremos entre medio bote y un bote entero para enfriar bien el tubo, una vez esté completamente congelado, pasaremos a la acción, inyectando “a saco” el segundo bote de gas. La presión hará que por la parte inferior del tubo comience a salir una mezcla de aceite y gas a presión, dado que el gas es sumamente inflamable debemos realizar todo este proceso en un lugar muy ventilado y sin nada alrededor que pueda producir que el gas se inflame (nada de porros encendidos, cigarrillos o aparatos eléctricos que ocasionen chispas / calor excesivo o llamas). Usaremos el bote entero que sumado al medio bote que habíamos usado para congelar el tubo hará que en esta extracción en particular usemos bote y medio de gas “colibrí”.
El aceite que vaya saliendo del tubo al que estamos inyectando gas, lo depositaremos en una bandeja de pyrex (estas típicas bandejas de cristal especial para cocinar en horno), la cual tendremos depositada sobre otra bandeja con agua templada. Tener presente que el gas al salir será muy frio, por lo que la bandeja de pyrex seguramente termine congelada y vaya disipando ese frio en el agua templada de la bandeja inferior. Si el agua se enfría, bastará con sustituirla para que la bandeja de pyrex se temple paulatinamente. La temperatura del agua debe rondar entre 35º y 40º, de esta forma obtendremos un aceite claro, si el agua está a una temperatura superior, el aceite será bastante más oscuro.
Como podéis ver en las fotos, la bandeja de pyrex que estamos usando tiene ya unos cuantos kilómetros…. siempre elaborando BHO, algo que la hace más especial aun ;).
Una vez la bandeja y el aceite se hayan templado, cogiendo la temperatura ambiente o incluso algo mas cálida si tenemos puesto el aire acondicionado…. pasaremos a retirar nuestro aceite de la bandeja de pyrex con la ayuda de una cuchilla (muchos prefieren templar la bandeja un poco con un fuego/calentador eléctrico para purgar un poco al baño maria previo paso por la campana de vacío).
Iremos depositando este aceite de forma extendida sobre papel de horno, resistente y poco adherente, ideal para nuestro fin. Rascaremos bien la bandeja de pyrex procurando recuperar todo el aceite vertido en ella, aunque como podéis observar en las fotos, siempre quedará algún resto… nos os volváis locos, seguro que se podrán aprovechar en otra elaboración.
Tener cuidado de no tocar el aceite con las manos, o que se os caiga un poco de aceite sobre la mesa o similar, ya que es sumamente pegajoso y perderéis gran parte de ese aceite intentando despegarlo. Si tenéis un accidente y sucede esto… recordar que el frio lo endurece mucho, buscar un poco de hielo, meterlo en una bolsa de plástico y aplicarlo sobre el aceite para poder despegarlo perdiendo lo mínimo posible. Son cosas que veces suceden y más si uno va contento, así que tener cuidado durante la manipulación del aceite y os evitareis un dolor de cabeza.
Bueno, todo el proceso de extracción ha ido bien, el amigo Dadu nos ha mostrado como realizarlo de forma segura y evitando correr riesgos innecesarios. Desde el inicio donde comenzamos a desmenuzar la hierba con la ayuda del molinillo, preparación del agua y bandejas, malla para el tubo y demás historias… apenas si ha transcurrido una hora, incluso haciendo nuestras pausas para degustar un buen porrete en un lugar apartado del gas.
Como habéis visto mediante las fotos y explicaciones, el proceso es muy sencillo aunque siempre tomando las medidas de seguridad oportunas para evitar explosiones / accidentes, no me cansare de repetirlo, tener mucho cuidado con el gas y realizar el proceso en un lugar muy ventilado.
Ahora que ya tenemos nuestro aceite sobre el papel de horno, solo nos falta eliminar todas las burbujas de gas que han quedado atrapadas en su interior, tanto las que podemos apreciar a simple vista, como las que no se ven pero están ahí. A este proceso de eliminación de gas se le denomina “purgado” (al igual que con el baño maría) y es posiblemente lo más importante de todo el proceso, ya que no queremos fumar gas toxico sino aceite de primera calidad sin el más mínimo rastro de gas o impurezas.
Introduciremos nuestro aceite, sobre papel de horno, en una campana de vacío y dejaremos que haga su trabajo durante aproximadamente cuarenta y cinco minutos. Veremos entonces como nuestro aceite comienza a burbujear en el interior de la campana de vacío, el gas comienza a salir y la textura de nuestro BHO ha pasado de ser aceitosa a algo muy pareció a un boca bits, algo completamente normal y necesario para obtener un aceite libre de gas.
Transcurridos los primeros cuarenta y cinco minutos, sacaremos nuestro “boca bits” del interior de la campana de vacío y le pondremos otro papel de horno por encima, haciendo un sándwich. Aplastaremos con la ayuda de los dedos todas las burbujas, dejando nuevamente una masa de consistencia aceitosa, dado que tiene papel de horno por encima y por debajo, no corremos peligro de que el aceite quede pegado en nuestros dedos.
Amasaremos un poco el aceite, con la ayuda de un rodillo, lata o cualquier cosa que nos ayude a expandirlo al máximo (siempre envuelto en papel de horno). Hacemos esto porque cuanto más fina sea la capa de aceite, con más facilidad podrán salir las burbujas de gas a la superficie una vez dentro de la campana de vacío.
Cuando hayamos terminado de amasar (algo que no debería llevarnos más de un par de minutos), retiraremos el papel superior del sándwich y meteremos nuevamente el aceite a la campana de vacío, dejándola trabajar otros cuarenta y cinco minutos.
Veréis como esta vez las burbujas son algo menores, normal dado que ya queda menos gas en nuestro aceite. Repetiremos este proceso cuantas veces sean necesarias hasta que el aceite apenas se hinche, signo de que ya no contiene gas en si interior que extraer. En esta ocasión, hemos estado alrededor de cinco horas purgando el aceite. Lógicamente todo este tiempo va variando en función de la fuerza de succión (vacío) que ejerza la campana de vacío (más bien el motor de la campana :P).
Sabréis también que el aceite ya está completamente listo porque ya no se queda tan pegado a los dedos, aun es algo pegajoso pero nada que ver con el aceite antes de purgarlo o mientras lo purgamos. También se puede pasar un mechero levemente por encima y comprobar que no chisporrotea, algo que suele hacer cuando contiene gas.
Como resultado, hemos obtenido una placa de cuatro gramos de un aceite de color entre oro y ámbar. Este aceite a temperatura ambiente (alrededor de 20º) adquiere una textura solida, aunque se vuelve blando y muy elástico en cuanto lo mantenemos un poco entre nuestros dedos, subiendo de temperatura. Se puede almacenar en el frigorífico para que adquiera una textura completamente solida (como el cristal) o fuera del frigorífico donde no se pondrá tan duro.
Como observáis, el color aunque llamativo es algo oscuro, no es tan claro como debería ser, esto es debido a que posiblemente la malla empleada no haya realizado bien su función y ha dejado pasar restos de materia vegetal e impurezas, ceras, etc… Por lo que para purificarlo mas aún, procederemos a realizar un lavado con alcohol isopropílico, tal y como explicamos en ESTE tutorial obteniendo un aceite final mucho mas refinado y libre de impurezas ;).