La primera imagen que suele venir a la mente al pensar en una planta de marihuana es la tradicional planta verde con sus hojas de 5-6 foliolos en forma de abanico. Pero más allá de estos ejemplares, existen genéticas que se tiñen de distintos colores casi ficticios que encandilan a todo cannabicultor. Una de las más llamativas es la marihuana negra, cuyo color puede aparece por diferentes factores.
¿Qué es la marihuana negra?
La marihuana negra es un tipo de cannabis que cuyas hojas o frutos se torna de este color durante la floración debido al aumento de antocianinas, un tipo de flavonoide presente de forma natural en frutas y verduras e color rojo, morado y azul; como son las cerezas, arándanos o las moras, entre otras.
Dependiendo de la cantidad de antocianinas, el color resultante será más oscuro o más claro. En el caso de las plantas de cannabis, cuanta menos concentración de antocianinas, más claros serán los tonos de la marihuana (rojo, morado, rosa…); mientras que cuanto mayor sea la concentración, colores más oscuros aparecerán. Una hipótesis sostiene que las antocianinas no serían capaces de absorber algunas intensidades de luz, pero otras como las longitudes azules o moradas,sí.
Por otro lado, existen varios factores que intervienen en la cantidad de flavonoides producidos por la planta que dan como resultado la aparición de la marihuana negra.
¿Por qué se vuelve negra la marihuana?
Factores ambientales
Uno de los principales elementos que influye en el color de la marihuana negra es la temperatura. En los climas más calurosos y zonas mediterráneas, es común que las plantas adquieran tonos verdes proporcionados por la clorofila. La clorofila es el flavonoide que dota de este color a cualquier planta de la naturaleza. En el caso del cannabis, abunda durante la fase de crecimiento, donde también tienen un papel fundamental en el proceso de la fotosíntesis.
No obstante, en la floración se ralentiza considerablemente su crecimiento para centrarse en la creación de cogollos, por lo que los niveles de clorofila descienden dando paso a otros flavonoides. Es entonces aparecen otros pigmentos como es el caso de las antocianinas en la marihuana morada, roja, negra o similares, las cuales tienden a aumentar en los climas más fríos.
Una de las teorías que explicarían este fenómenos es la que afirma que las antocianinas facilitan la retención del agua en las hojas de la marihuana negra, evitando su salida al exterior donde crearía cristales de hielo dañando a la planta y deteniendo su desarrollo.
Factores genéticos
La genética es fundamental para la existencia de marihuana negra u otras variedades de tonalidades oscuras, pues no todas presentan la misma predisposición para la creación de antocianinas. Este factor se acentúa cuando se dan las temperaturas adecuadas, suelos alcalinos o cuando se trata de una variedad Black. Estas últimas son capaces de producir flores y hojas negras prácticamente en cualquier entorno.
Una de las posibles explicaciones para este fenómeno es que cuenten con un fenotipo recesivo que convierte la glucosa en antocianinas. Lo mismo ocurriría en el resto de marihuanas de colores.
Nivel de PH
Dejando de lado las hipótesis, está confirmado que el nivel de pH del suelo está directamente relacionado con la aparición de colores en el cannabis, sobre todo en aquellas variedades que están genéticamente dispuestas. Es menester apuntar que el hecho de que una planta tenga el gen, no significa que tenga que desarrollarlo. Una forma de forzarlo a salir es jugando con el pH del suelo.
En general, al cannabis le gustan los suelos algo alcalinos, por lo que subir la acidez y acercar el pH nivel neutro puede hacer aparecer los tonos rojos o que la marihuana negra muestre un color mucho más intenso.
Otros factores que podrían intervenir
Se han estudiado varios contextos en los cuales la marihuana negra puede parecer:
- El estrés. Está confirmado que tras sufrir un episodio de estrés, la marihuana negra puede responder activando su código genético correspondiente al color o hacer que éste se intensifique.
- Polonización. El color de las plantas es una forma de interaccionar con el entorno, ya sea para protegerse pasando desapercibida o para llamar la atención Con la finalidad de alejar plagas, es muy probable que insectos polinizadores transporten antocianinas presentes en el polen de ejemplares machos a ejemplares hembra, creando una planta de marihuana negra, sobre todo cuando éstas crecen de forma salvaje en la naturaleza.
Preguntas frecuentes sobre la marihuana negra
¿La marihuana negra es más potente que el resto de genéticas?
El mito de que la marihuana negra es más potente que otras variedades está muy extendido. Teniendo en cuenta que su color proviene de un flavonoide, es fácil desmentirlo. Sí será más beneficiosa en cuanto a propiedades medicinales ya que las antocianinas son antiinflamatorias, antioxidantes y antienvejecimiento; así como preventivas de enfermedades cardiovasculares y del cáncer.
¿Por qué algunas variedades de marihuana son de colores?
Las variedades de marihuana de colores están estrechamente relacionadas con el nivel de antocianinas en cada genética. Si la concentración es alta aprecen colores rojos, morados, azules e incluso negro. Cuando este pigmento escasea destacan los tradicionales tonos verdes, y en ocasiones naranjas y amarillos.
¿Cómo cultivar marihuana negra?
La marihuana negra se cultiva de la misma forma que el resto de plantas de cannabis. No obstante, es posible acercar el pH de la tierra a nivel neutro o bajar ligeramente las temperaturas de la zona de cultivo para intensificar su color o forzar su aparecimiento.
Cómo detectar el moho en la marihuana negra
Una de las preocupaciones de los cannabicultores que plantan marihuana negra es la dificultad para detectar el moho debido a su semblanza de color, pero observando el cultivo diariamente pueden notarse diferencias.
Entre las más comunes, la marihuana negra perderá su color característico, un olor similar al amoniaco envolverá a la planta y aparecerán manchas, pelusas o filos finos grisáceos que pueden confundirse con la propia planta. Para evitarlo, la mejor solución es mantener una temperatura y aireación adecuada tanto durante el cultivo como durante el proceso de secado y curado.
