El dabbing es una forma de usar concentrados de cannabis que ha ganado popularidad en los últimos años. Consiste en inhalar vapor generado al calentar una pequeña cantidad de dicho concentrado en un clavo caliente a través de un rig de dabbing.
Los extractos o centrados de cannabis son la forma más potente de probar la planta de cannabis, y son muchos los que se pueden elaborar. El dabbing ofrece una experiencia más intensa y rápida que fumando flores. Asimismo, los extractos pueden tener sabores y aromas más intensos que los cogollos. Normalmente se usa con fines recreativos, pero es una buena opción para los usuarios de marihuana medicinal que no les gusta fumar.
Historia del Dabbing
El dabbing es una práctica relativamente nueva. Según un estudio, es probable que lleve haciéndose desde la década de 1960 en EE.UU., aunque su popularidad ha aumentado en los últimos años.
El dabbing se refiere al acto de inhalar concentrados de marihuana a través de la vaporización y mediante un dispositivo de cristal conocido como rig para dabbing. También se puede usar lo que se conoce como «pipa para dabbing«.
Empezó a ser más conocido con la creciente demanda de extractos con mayor potencia. Los concentrados de cannabis se producen mediante la extracción de la resina de la planta de marihuana, que contiene altas concentraciones de THC, el principal compuesto psicoactivo de la marihuana.
En la actualidad, existen varios tipos de concentrados, como son el aceite de hachís, el BHO (Butane Hash Oil), el Shatter o el Wax. Cada uno de ellos tiene una textura y una concentración de THC diferente.
A pesar de su popularidad, el dabbing sigue siendo una práctica controvertida debido a su inclinación por causar daño pulmonar y otros efectos secundarios. Sin embargo, muchos adeptos al cannabis prefieren el dabbing debido a su potencia.
Equipo para Dabbing
Para poder practicar el dabbing hace falta un equipo que lo permita. Normalmente, se trata de un ring para dab o pipa de agua y todos sus componentes.
Rig
El rig es un dispositivo de vidrio que se utiliza para fumar concentrados de cannabis. Es similar a un bong, pero su cazoleta es especial para fumar concentrados. El ring puede tener diferentes tamaños y formas. De hecho, los hay realmente originales.
Clavo
Es la parte del rig donde se coloca el concentrado. Puede estar hecho de diferentes materiales, como titanio, cerámica o cuarzo. El clavo de cuarzo es el más popular por su capacidad para retener el calor y no aportar sabor al extracto.
Una alternativa a los calvos tradicionales que se calientan con soplete, son los calvos electrónicos, que se calientan automáticamente con una bobina eléctrica. Con ellos, es más fácil controlar la temperatura.
Cazoleta
Es la parte del rig donde se coloca el clavo. La mayoría de los rigs para dabbing tienen una cazoleta de vidrio que se ajusta al clavo. Puede ser de diferentes tamaños y formas, dependiendo del modelo del clavo.
Soplete de butano
Es lo que se utiliza para calentar el clavo antes de colocar el concentrado. Es la alternativa más adecuada para que el clavo alcance la temperatura que necesita.
Dabber
El dabber es una herramienta de punta es plana que se utiliza para coger una pequeña cantidad de concentrado y colocarlo en el clavo. Suele ser de metal, vidrio o cerámica.
Una vez identificados todos los elementos que intervendrán en el proceso de dabbing puede empezar la vaporización.
Proceso de Dabbing
Llevar a cabo el dabbing no es difícil tras probarlo por primera vez. No obstante, es un proceso en el cual se emplean grandes llamaradas y temperaturas altas, por lo que hay que ser precavidos. Además, hay que controlar las dosis, ya que puede causar efectos demasiado fuertes a los principiantes.
Preparación
El equipo para el dabbing se compone de:
- Soplete
- Un clavo para dabbing
- Una pipa de agua o un rig para dabs
- Concentrado favorito
Algunas pipas de agua no están preparadas para vaporizar concentrados, pues su finalidad es vaporizar flores de cannabis. Por ello, hay que asegurarse de que cuenta con un banger, un adaptador que le agrega esta funcionalidad.
Encender el rig
El primer paso es llenar la pipa o el ring de agua, para que filtre y enfríe el vapor. A continuación, se calienta el banger o clavo con el soplete hasta que esté al rojo vivo. Suele tardar unos 20-30 segundos. La temperatura alcanzada será excesiva, por lo que hay que esperar unos segundos para colocar el concentrado.
La temperatura ideal del clavo para vaporizar es entre 160ºC y 230°C. Un exceso de calor en el extracto hará que pierda sabor y aroma. Para colocarlo en la parte superior del clavo, se utiliza una herramienta especial: un dabber que permite manipular el concentrado con facilidad.
Vaporización e inhalación
Una vez que el concentrado de cannabis está en el clavo, se debe comenzar a inhalar a través de la boca de la pipa de agua. Al mismo tiempo, se debe aplicar calor al clavo con el soplete para que el concentrado se vaporice pero controlando la temperatura.
Es importante tener en cuenta que el dabbing es un proceso intenso, por lo que a los principiantes se les recomienda comenzar con una dosis del tamaño de medio grano de arroz. Parece ínfima, pero por la gran concentración de tricomas que posee bastará para notar su efecto.
Finalmente, se debe inhalar el vapor generado por el concentrado. Para ello, se puede utilizar la pipa de agua o un dispositivo de inhalación diseñado específicamente para el dabbing.
Por lo tanto, el dabbing consiste en vaporizar concentrados de marihuana. No importa cuál se escoja, eso dependerá de los gustos del usuario. Entre los más utilizados se encuentra el Rosin, el BHO, el Shatter, el Wax, Budder, el Live Resin y el Bubble Hash.
Lo importante no es la extracción seleccionada para el dabbing, sino el efecto de ésta. Suele ser muy intenso y rápido, por lo que es recomendable empezar por dosis pequeñas e ir aumentando conforme lo permita la tolerancia de la persona.