Para todos aquellos que buscan una forma original de disfrutar de la marihuana, el té de cannabis es la opción ideal. Esta receta se puede preparar de forma rápida y sencilla, y apenas se necesitan unos pocos ingredientes.
Los efectos de dicho té pueden ser diversos según el tipo de marihuana que se utilice para realizarlo, pudiendo elegir una variante más estimulante o más relajante. Esto dependerá del tipo de flores que se utilice: las que contengan mayor cantidad de CBD tendrán un efecto relajante y medicinal, y unas flores cargadas de THC tendrán un efecto mucho más psicotrópico. Hay que ser paciente hasta empezar a notar los efectos, ya que éstos pueden tardar entre media hora y dos horas en empezar a percibirse.
¿Qué ingredientes necesitamos para el té de marihuana?
- Hojas o cogollos de Marihuana
- Leche entera
- Azúcar/miel
- Una cucharada de mantequilla
A estos ingredientes se les puede añadir el té común del sabor que cada uno prefiera y una taza de agua. El THC es una sustancia liposoluble, por lo que necesita grasa para poder fijarse y disolverse. Por este motivo se recomienda utilizar leche entera (ya que es la que más grasa contiene). Si se opta por la opción vegana se recomienda utilizar leche vegetal y aceite de oliva. Para aumentar su efecto se puede usar mantequilla de marihuana en lugar de la habitual.
Cómo realizar té de cannabis
- Lo primero será picar o hacer trocitos los cogollos de la planta de marihuana. Se separan los tallos y las semillas para luego triturar finamente la materia vegetal con un grinder.
- Colocar en una sartén una cucharada de mantequilla, y añadir la marihuana. Mezclar bien y dejar a fuego lento durante al menos 10 minutos. Habrá que controlar que la temperatura no suba demasiado, será suficiente con que se derrita la mantequilla.
- Calentar un vaso de agua, y añadir un té estándar del sabor preferido junto a un chorrito de leche (un cuarto de taza de leche entera). Añadir miel o azúcar al gusto.
- Mezclar el té caliente con la marihuana y la mantequilla. Dejar reposar. Para evitar que los trocitos vegetales se queden flotando en la taza, es recomendable colar.
Hay que tener en cuenta que el efecto del té variará según la cantidad de marihuana utilizada. Además, será diferente si se usan hojas o cogollos. En el caso de utilizar hojas se deberá añadir entre 2 y 3 gramos al vaso. Si se trata de cogollos, la cantidad será de entre 0,2 y 0,5 gramos por ración de té. Éstas son las proporciones orientativas para una persona con un consumo medio de marihuana. Si nunca se ha probado la receta es recomendable realizar los primeros tés con poca materia vegetal hasta que se conozcan bien los efectos que éste produce, ya que es muy sencillo pasarse de la dosis y tener una mala experiencia.
Éste es el té de cannabis más sencillo, con la práctica se pueden probar opciones más elaboradas como hacer un té de Chai, leche y marihuana, o un té herbal sin leche.
Té de Chai, leche y marihuana
Para hacer el Chai, la mantequilla se sustituye por un tercio del agua con leche y se añade 1 cucharadita de vainilla. Se agrega esta mezcla a la marihuana triturada en una batidora para, después, ponerla en una cazuela a calentar con un poco más de agua.
Se cocinará la mezcla durante unos 30 minutos sin que llegue a hervir la leche. No hay que olvidarse de añadir agua para que no hierva ni se quede seco. Una vez listo, se añade la canela y el azúcar al gusto.
Se sabe que existen muchas formas de consumir el cannabis, pero el té es una de las maneras más lentas en las que hace efecto. Éstos pueden tardar en notarse incluso dos horas después de ingerir la infusión. Aunque lo normal es que tarde entre media y una hora, en algunos casos puede ser bastante más. Lo recomendable es beber un poco y esperar a notar los efectos para saber si se necesita beber más o menos cantidad, según el efecto que cada uno note. Siempre es conveniente quedarse corto e ir aumentando progresivamente conforme se estime oportuno.
Además, al elegir el té que se usa, siempre existe la posibilidad de intensificar o contrarrestar el efecto. Cabe destacar que el té es de por sí un estimulante, especialmente los tés negros, los cuales aportan una cuota de energía importante que puede compensar el impacto narcótico de la marihuana.
Es preciso recordar que el efecto del cannabis ingerido puede ser mayor que el fumado o vaporizado, por lo que se ha de tomar de forma progresiva y adecuada a la cantidad de marihuana a la que cada uno esté acostumbrado. Sin embargo, ingerir este tipo de té tiene muchos beneficios como:
- Calmar el dolor. Es una de las principales razones por las que las personas deciden consumir té de cannabis. Es ideal para el alivio del dolor y sus efectos pueden durar entre 4 y 8 horas.
- Alivia problemas de los intestinos. Varias investigaciones sugieren que el cannabis interactúa con los receptores cannabinoides endógenos ubicados en el tracto digestivo; lo que permite reducir los espasmos musculares, el dolor y mejorar la motilidad.
- Previene el desarrollo del Alzheimer. Numerosos estudios indican que los cannabinoides son neuroprotectores, un factor clave para prevenir la aparición de esta enfermedad.
- Promueve la salud cardiovascular. Los cannabinoides disminuyen la presión arterial y mejoran la circulación en el tejido humano.
- Alivia las náuseas. Suele ser un síntoma asociado con varias enfermedades graves con tratamientos agresivos, como es el caso del cáncer. El cannabis estimula el apetito y alivia las náuseas.
- Mejora la salud pulmonar. A diferencia del tabaco, el cannabis actúa como un broncodilatador en lugar de un broncoconstrictor. En otras palabras, el cannabis disminuye la resistencia en las vías respiratorias aumentando el flujo de aire. El té de cannabis permite gozar del beneficio de sus propiedades sin tener que fumar o vaporizar.
- También es un potente antiinflamatorio, ayuda a reducir la inflamación del cerebro.
El té es una de las recetas más sencillas de elaborar y efectivas. Además, se puede encontrar té de cáñamo preparado o en bolsitas de té. No obstante, una vez que se tiene práctica se puede optar por recetas más complicadas. Estos productos no son psicoactivos, pero son la forma más fácil de experimentar los múltiples beneficios para la salud del CBD, en forma de té. Casi siempre van acompañados con otras infusiones como manzanilla, menta, bergamota o té verde.